miércoles, 17 de junio de 2009

¿Y LOS PROBLEMAS QUE?

PROBLEMÁTICAS Y ACCIONES:

En el del Plan de Ordenamiento territorial (1998) se cita lo siguiente sobre el tema de seguridad: "Hace aproximadamente 18 años, a algunos barrios de la comuna, llegó un fantasma que transformó la historia, causada por la venta y consumo de drogas. La zozobra se apoderó de los habitantes. La esquina de la carrera 14 con clle 25 (perteneciente al Barrio Villa Nohemy actualmente), una de las entradas al barrio, estaba interrumpida por un gran barranco, apenas quedaba un estrecho anden para el paso peatonal, pero era allí el sitio preferido para las continuas peleas y pleitos entre las pandillas de la zona. El miedo y la muerte se apoderaron de sus habitantes".

Según el Plan de Desarrollo de la Comuna San Nicolás (diagnóstico 1999): La seguridad del barrio San Nicolás y Villa Nohemy (que por su cercanía perciben los mismos fenómenos) ha mejorado con la instalación del CAI en el 2007, pues la presencia de la fuerza pública ha generado impactos positivos. Sin embargo aún se producen hurtos, gran presencia de menores en la calle, consumo y expendio de sustancias alucinógenas, delincuencia, etc. sin desconocer que son fenómenos que se presentan en general en toda el área metropolitana de Pereira, debido a diferentes causas como: desempleo, falta de educación, falta de sitios deportivos y culturales, desintegración familiar.

DATOS POLÍTICOS Y CULTURALES:

El primer líder político que llega a los barrios fue el señor Concejal Camilo Mejía Duque en 1965.

Se constituye la primer Junta de Acción Comunal, siendo presidente el señor Arturo Lara y su equipo de líderes como fueron los señores Didier Osorio, Pedro Luis Gaviria, José Villegas, Neftalí Giraldo, Patrocinio Pencue, Adán Cerón, Simón Flórez, Víctor Toro, Inés Castañeda, Ninfa Restrepo, Mariela Restrepo, Alvaro Giraldo, Jacinto Cardona, Gerardo Vargas, Enrique Buitrago, Nicolás Posso, Juan de Dios Posso, Antonio Isaza, Omar Cortés, Luis Tabares, Humberto Lotero, José Ramón Ruiz, Heriberto Londoño, Carlos Zapata, Luis Gonzaga Orozco, Juan de Dios Maldonado, Alfredo Usma, Anibal Herrera, Samuel Mejía, Octavio Sierra, Carmen Mejía, César Mápura, Darío Torres, Rafael Muñoz, Manuel Trejos, Cruza de Gaviria, Flor Gaviria, José Cardona, Juan de Dios Guevara, Alirio Salazar, Guillermo Méndez, Jesús Rendón, Jaime Arturo Cano, Jairo Posso, Jesús María Gaviria,

Actualmente, El barrio San Nicolás, cuenta con 1 concejal que representa a la comuna, señor Diomedes Toro Ortiz y hasta las anteriores elecciones se contaba también con la presencia en el concejo del señor Javier Quiceno Ruiz. También fue muy importante la influencia del político Elías Arias, quien intervino en la obtención del terreno para el restaurante comunitario.

Existen muchas creencias en prácticas como el tabaquismo, lecturas de naipe, brujos o adivinos en busca de cura para el alma o para el cuerpo. También existe un arraigo en afirmaciones tales como en que el aullido de los perros o el cantar de los gallos a las 6 p.m o 10 p.m presagian la muerte.

TRIANGULACIÓN DE LA INFORMACIÓN

Los habitantes de hoy recuerdan como en sus inicios el barrio era "Un remanso de paz y tranquilidad" con extensos terrenos, amplios potreros y cultivos de café, que poco a poco fue colonizado por personas muy pobres que llegaron en busca de un lugar donde vivir, la gran mayoría sin legalizar. (Tomado del Estudio socioeconómico Comuna San Nicolás. 1993 Planeación Municipal)

En contraste, en la década de los 80's se empezó a evidenciar el deterioro social que se vivenciaba en el consumo y comercio de sustancias alucinógenas y que durante mucho tiempo tuvo furor; trayendo como consecuencia múltiples homicidios y la concentración de bandas delincuenciales. Actualmente se sigue expendiendo droga en algunas partes del barrio, pero se hace de forma más discreta; además, la seguridad ha mejorado bastante después de la construcción del CAI de policía de Centenario. Afirma doña María Rubéola Betancourt- Presidente de la Junta de Acción comunal del Barrio San Nicolás.

Además del problema de inseguridad también se evidencian problemas como: drogadicción, violencia intrafamiliar, desplazamiento, desempleo, desnutrición infantil y problemas de analfabetismo.

En algunos sectores de los dos barrios, se expresaban con frecuencia algunas quejas, debido a la presencia de los habitantes negros en la zona, ya que las periódicas fiestas y ruido que se generaba en ellas, contrastaba con la calma que se añoraba. Sin embargo, “con el tiempo hemos aprendido a convivir con los pobladores negros”, afirma doña Adiela Martínez, quien lleva 28 años viviendo en el barrio San Nicolás. Incluso reitera que se han establecido lazos muy estrechos con estos vecinos y los jóvenes sobretodo han aprendido a relacionarse con respeto.

Es importante anotar que la población negra era proveniente en su mayoría del Chocó, inicialmente llegaron al barrio y ocuparon zonas de alto riesgo, cerca de las riveras de la Quebrada “La Arenosa” en zonas conocidas de invasión. A mediados de los 70, doña Eva Hernández, presidenta de la junta de acción comunal de ese entonces, decidió dividir el amplio terreno que aún quedaba entre la cra 14 y 14 bis con calles 25 bis y 26, en lotes que fue vendiendo a bajo costo. Rápidamente se fue poblando esta zona, que no dejaba de ser más que una zona de invasión, ya que no había ningún tipo de escritura que legalizara nada, el negocio se limitaba solo a tener un recibo de compra y venta. Fue allí a donde llegaron los primeros pobladores negros. Tomado del señor Jaime de Jesús Gaviria Gómez – Administrativo de la Institución Educativa San Nicolás, quien prosigue: Doña Eva se atrevió a hacer esto, debido al respaldo que sentía por ser amiga de los carabineros de policía, quienes eran los encargados de levantar las invasiones hechas en la ciudad. Sin embargo, las arremetidas de la policía no se hicieron esperar, pero ganó la perseverancia y el deseo de la gente de tener un “Ranchito”. En varias ocasiones les destruyeron sus ramadas, pero volvían a construirlas una y otra vez, hasta que la policía se cansó y no volvió más.

También cuenta Don Jesús, que en la mayoría de terrenos, aparecen las mujeres como propietarias, la razón es que si ellas negociaban y decían que eran solas, abandonadas del marido (quienes las mandaban a negociar), el terreno les salía más económico.

Según el Plan de Ordenamiento territorial (1998), En los años 80, la CARDER, debido al diagnóstico de alto riesgo realizado en el barrio, decidió ubicar a las familias asentadas en las riveras de la quebrada la Arenosa, (incluyendo las cra 14 y 14 bis con calles 25 bis y 26, mencionada anteriormente) en algún sector de Villa Santana. La persona que estaba presidiendo la Junta de Acción Comunal de ese entonces, vendió nuevamente los predios que habían quedado vacíos y de nuevo se pobló esta riesgosa zona, con familias muy pobres provenientes de otros sectores de la ciudad, empezando una invasión descontrolada. Varios de los primeros pobladores, protegiendo a sus familias ante la nueva realidad a la que se vieron abocaos, decidieron vender sus casas. Esta población es altamente migrante, por periodos aumenta la población chocoana que es la más inestable y numerosa.

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